domingo, 1 de julio de 2012

Estar y apreciación





REVISTA CULTURAL  “ALBRICIAS”

     Con motivo de la fiesta tradicional de San Antonio de Licupís, junio de 2017, la Asociación “Casa de la Cultura” de este Centro Poblado, ha publicado el volumen 8 de la Revista Cultural “Albricias”. En razón de ello, felicito a su Director Prof. CÉSAR HEMIBERTO GASTELO GUEVARA. Y que siga con esta loable labor cultural en la “Tierra de la Poesía”.

     El poeta representativo de San Antonio o Jalcomayo, me refiero a MELANIO ALEXANDER GASTELO SALAZAR, ha escrito un conjunto de versos en homenaje a mi obra leíble, publicado en “Albricias”, volumen 8, junio de 2017. Mil gracias, poeta, por enaltecerme de esa manera.

                                        Mario Gastelo Mundaca








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LOS 20 ESCRITORES MÁS EMBLEMÁTICOS EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE-PERÚ


Por Nicolás Hidrogo Navarro.



Cuando no se investiga, ni  se conoce ni se lee, se suele caer en las fáciles y cómodas  opiniones que no existen literatura ni autores en un espacio geográfico, se mata la memoria del pasado y se condena a vivir en el olvido a los que fueron e hicieron su momento parte de la historia.

En la región Lambayeque existe toda una roca tradición de autores que han contribuido con poemas, cuentos, novelas, ensayos investigaciones. Lamentablemente sólo un 5% de todo este caudal literario está editado y mucho menos conocidos y leídos. No solo se desconoce en el sistema escolar sino en aquellas nuevas generaciones que suelen caer en el síndrome adánico y de la autosuficiencia: “Soy el iniciador de todo y no necesito leer a autores pasadistas y provincianos”.

            El caudal poético y narrativo ha tenido en cada época un baluarte, alguien que le dio brillo y garbo y que probablemente sea poco conocido hoy: cada nueva generación se le ocurre matar a la anterior, como una costumbre hereditaria, con la cándida esperanza de ser los únicos, el relativismo histórico solo recogerá las mejores voces que impliquen textos de calidad humana, lingüística, estética y que deberán ser otros y no el propio autor que así se autoelija.


DIFUNTOS



1.- EMILIANO NIÑO PASTOR* (Lima, julio 21 de 1845-Motupe febrero 11 de 1931).

Vate clásico, cultivador de romanticismo lírico en la zona de Motupe y que dejó un legado fundamental en el estudio de las letras lambayecanas. Fue toda una celebridad en su época de principios del siglo XX.
Conocido con el seudónimo de MAGIN, o tímidamente las iniciales de E.M. en todos sus escritos, Emiliano Niño Pastor es la figura epónima y oculta de las letras lambayecanas más postergados. Vivió y trabajó en las aduanas de Pacasmayo, Pimentel y Eten. Doblemente coronado con los laureles de oro: (primera coronación plaza de Motupe 28 de julio 1926), (segunda coronación, Chiclayo octubre 12 de 1926- Cinema Teatro Pahte). Ambas coronaciones se dieron en un apoteosis total, diríamos fue el suceso cultural del año y el entusiasmo era atronador, tanto en Motupe en plenas fiestas patrias y ante una numerosa multitud que lo aclama, como en Chiclayo en el club "Unión y Patriotismo".

En la poesía de Emiliano Niño se respira la originalidad intimista, la correspondencia entre su vida y su obra, el afán humano del regresar y añorar la niñez como época inspiradora y dorada. Es el bardo popular de extracción noble. Es el trotamundos que serenamente contempla la vida a través de los versos. Es el agradecido que invita la composición de sus versos a sus amigos y paisanos.


2. MARIO PUGA IMAÑA* (Diciembre, 30 1915 Trujillo-10 de Julio de 1959 Chiclayo).

Representa el costumbrismo porteño y uno de los novelistas más importantes en la región Lambayeque. Sus afanes políticos lo llevaron a sufrir destierro a México, desde donde macizó su imagen de editor de revistas culturales y ser activo agitador de las ideas de época. Su obra cumbre, “Puerto Cholo”, publicada en México inicialmente en 1955, constituye, contextual e históricamente el precedente de cualquier novela que pueda no estar publicada aún o que esté por escribirse en Lambayeque. No sólo por el carácter de la diacronía de los anales de la novelística, sino porque Puerto Cholo escrita en el pre-boom latinoamericano adelanta y supera la técnica tradicional del reflujo o el fluir lógico de exposición, conflictuación y desenlace, incorporando un nuevo ingrediente de recurso técnico como es el flash back, como estrategia de regresionar al pasado a escarbar acontecimientos de explicación, ensamble y empate con los nuevos hechos actuales y futuros del correlato de la novela, alternando con el tiempo presente del relato propiamente dicho en base a los racontos de los personajes.


3.-CARLOS CAMINO CALDERÓN* (Lima1884 - Trujillo1956).

Es el máximo exponente de la novela costumbrista y tradicionalista lambayecana, el más productivo narratológicamente y uno de los impulsores de la identidad regional lambayecana. Sus textos están llenos de amor a la tierra, a sus costumbres, comidas, tradiciones, fiestas. Obtuvo el Premio Nacional Ricardo Palma en 1949. Entre sus obras más destacables se cuentan: “La cruz de Santiago” (1925), “Anecdotario de los libertadores” (1940), “El daño” (1942), “La ilusión de Oriente” (1943), “Tradiciones de Piura” (1944), “Diccionario Folklórico del Perú” (1945), “Mi molino” (1947), “Cuentos de la costa” (1954), “Los días de Huamachuco, recuerdos del Libertador” (1956).

“El daño” es la obra cumbre de Camino. “El daño” tiene como tema principal la venganza personal de una mujer contra un marido a través de la brujería en la ciudad de Lambayeque. Se encumbra como la mejor novela costumbrista, folklórica y chamánica costeña de todo el Perú. Da cuenta de una visión detallada de las costumbres  lambayecanas desde sus orígenes históricos, tradiciones y fiestas religiosas, idiosincrasia, la situación de su economía gamonalista, abusiva y explotadora, la situación de los negocios basada en la agricultura y exportación  y el folklore del curanderismo. Su amplia visión detallista de la gastronomía, la convierte casi en un tratado de la tradición culinaria norteña, con sus formas de preparar, modalidades, calendarios y zonas de preparación.


4.- JUAN JOSÉ LORA OLIVARES (Chiclayo1902 - Lima1961).

Figura central del Grupo Norte, encarna la vanguardia, el estilo de identidad regional y su amor por Chiclayo en temas jocosos, costumbristas. Sus ideales y afanes políticos le trajo muchos sinsabores, amén de una bohemia autodestructora. Su obra es corta pero intensa. Resalta sus poemarios: “Diánidas” (1925), “Lydia” (1927), “Chiclayo de Juan José Lora” (1955), “Con sabor a mamey” (1962).Su estilo humanista, identificado con los más desvalidos, lo llevaría acentuar su identidad y sabor chiclayanista y ser uno de sus cantores. Su visión y estilo provinciano le granjeó muchos ninguneos propios de los capitalinos. Ya muerto, su obra cobra más notoriedad e interés. Juan José simboliza una época llena de sufrimientos y pendencias políticas. Pero en sus libros queda el más grande poeta que ha tenido Chiclayo sobre su vida y costumbres.


5.- JOSÉ EUFEMIO LORA Y LORA (Chiclayo, 13 febrero 1884- París el 13 de diciembre de 1907).

Poeta de espíritu romántico, conocido con el seudónimo de JELIL Trotamundos, aventurero, del dolor sufriente y el desagarro humano. Simboliza el poeta del sufrimiento y de la inmolación. Su único texto conocido “Anunciación” representa el libro de la transgresión y adelanto de época, mescla de lirico estético y canto social, es uno de las obras cumbres de la literatura lambayecana.


6.- ALFREDO JOSÉ DELGADO BRAVO (Monsefú, 12 marzo 1924-Chiclayo octubre 03 2008).

Don Alfredo José Delgado Bravo fue esa mezcla de lambayecano dicharachero, zumbón, jaranero, alegre, enamorador, picarón y solo él, le sacó brillo al designio de “Chiclayo, Capital de amistad”, del cual es autor de su himno. Poeta, crítico sesudo y refinado, docente entusiasta, asesor literario por convicción, vallejólogo por vocación, sonetista y articulista notable. Pertenece a la generación del 60, asesor del Grupo ALBA y coanimador literario de las tertulias de los 70 junto a Winston Orrillo con el grupo “El río”, en Chiclayo. Su carisma bonachón, amiguero, abierto y coqueto lo hacen todo un patriarca de las letras lambayecanas, por su vida, su obra, su convicción y su don de gente. Tributario de su maestro Dámaso Alonso en la crítica; inyectado de la vallejeneidad trílcica en su poesía y acompasado de este perfume de flores de su Monsefú natal, don Alfredo es el cosmonsefuano más universal y uno de los últimos baluartes del soneto tradicional, fiel seguidor de don Luis de Góngora y Argote, Baltazar Gracián, Lope de Vega y el poderosísimo y cultísimo Francisco de Quevedo y Villegas. Su obra fue abundante: La casa ruana. (1951), Las horas naturales. (1958), “Monetario” (Poesía), La historia intima de la tierra y el mar (1959), “Testigos de Cargo” , “La poesía simbólico – dualista de JELIL” (1981), “Ucronía y biocronía en la lírica de Valdelomar”. (1971) “El universo poético de Eguren”. (1974), "Los Móviles Existenciales de Trilce", etc.


7.- NICANOR DE LA FUENTE SIFUENTES “NIXA”.* (San José de la Bellavista, 16 de septiembre de 1902 - Chiclayo15 de marzo de 2009).

Fue el escritor más longevo activo en el Perú y en el mundo. A sus 107, años aún semanas antes de morir seguía sosteniendo su famosa columna periodística “A propósito” desde donde sazonaba su arte de la crónica y la anécdota. El valor literario de NIXA radica en su sencillez para poetizar y contemplar la vida y quizá construir una historia del pasado, de sus gentes, tradiciones y costumbres, relacionado con la actualidad. Recibió el Grado de Amauta del Periodismo Nacional, además de la medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Comendador. De estilo alegre bonachón hizo de su vida y su  obra una masa alquímica y un escritor popular de todos los respetos y condiciones. Su obra fue vasta como su vida.  “Las Barajas y los dados del alba” (1938), “La perla de los romances” (1940), “El libro de los tránsitos eternos” (1943), “El aire y otros poemas” (1965), “Huacatil” (1966), “Paisajes para colgar en la pared” (1969), “La broma de los romances y el soneto” (1992), “Jacinto Peje y otras audiencias” (1992), 3 Poemas, donde están incluidos: “El naipe de los vientos”, “Tu casa, tu calle y otros impedimentos” y “El columpio de las horas”. 


8.- ALFONSO TELLO MARCHENA  (Cayaltí 1923 - Chiclayo 1986) "Fuco".

Bardo popular, polifacético, docente, cronista y articulista, folklorista, pintor, musicólogo, investigador, animador y agitador cultural, simboliza el espíritu inquieto y el amor a la tierra, es el más chiclayano de los chiclayanos. Don “Fuco” fue toda una institución del arte popular en la región Lambayeque, una figura ilustrada de consulta rápida, hombre de honor, ha dejado en sus escritos parte de su vida y sus afanes de promoción cultural popular. Nadie como él ha tenido la entrega total por darle a Chiclayo y la región Lambayeque, una identidad propia, un rescate y un revalorar de sus manifestaciones culturales. Personas como este hombre curtido de cultura, son difíciles de volver a ver. Obras como Ángulo del verso y la nostalgia ( Poesía, 1965 ) , Silencios altivos ( Poesía, 1976 ) , Divulgaciones regionales (Poesía costumbrista 1975 - 1977 ), Marineras ( Poesía , 1982 ) y Ventana de Hospital, Fuegos otoñales , Cantares a Chiclayo , Cantos a mi pueblo , Paisajes Lambayecanos, Espinas de Fayque, etc. "Vivir y morir por siempre maestro”, es un texto de homenaje  que recoge lo más selecto de este vate popular.


9.- JUAN DE DIOS RAMÍREZ RUIZ (Chiclayo1946-  Trujillo junio de 2007).

Juan de Dios Ramírez Ruiz, chiclayano él, consagrado a poeta e ideólogo del movimiento continental Hora Zero de los 70, hizo una carrera literaria en el inconformismo contestatario de un contexto de época donde ser rebelde se justificaba por la prevalencia de los gobiernos totalitarios, militaristas y la bipolaridad ideológica mundial de opresores y oprimidos en desproporción rutilante.

La obra de Juan Ramírez se sostiene en una nueva poética de la imagen y del compromiso con los hechos sociales. Sus poemas integrales buscan ser parte de una apuesta por hacer que la poesía sea una trinchera de ideas estética que transforme la sociedad.

Parte de sus libros publicados “Un Par de Vueltas por la Realidad” (1971), Vida perpetua (1978) y Las armas molidas (1996). Es más, en la región Lambayeque existen 3 bibliotecas municipales y sólo en una existe un ejemplar de “Un par de vueltas por la realidad”. Obras que simbolizan un tránsito de época hacia un escritor que abarque la realidad estética, pero también de la cotidianidad de la gente. 

10.- MANUEL ORLANDO UCEDA CAMPOS. (Monsefú, noviembre 13 de 1952 – Mayo 03 de 1987).
Manuel Orlando fue un poeta de compromisos sociales, de acentuada posición ideológica de izquierda. Su arte poética trabajo mucho el verso romántico y la poesía de protesta social. Fue uno de los abanderados de la poesía de los 80 en la región Lambayeque y buscó en  poesía su mejor arma de sensibilización y reivindicación de los derechos sociales. Su poesía de estilo romántica y social es una apuesta por mejorar la calidad de vida y sensibilización humana. Su obra se haya inédita y dispersa en plaquetas y poemas.

VIVOS


11.- VÍCTOR HUGO PARRAGUEZ (17 febrero 1958-?).
 Víctor Hugo Parra es uno de los mayores decimistas que tiene con vida la región Lambayeque. Ferreñafano, bohemio, músico, ha hecho de su vida una novela de décimas y composiciones musicales. Las décimas de Parraguez son estampas de identidad, de ternura, de un filosofar simple y querendón como la del propio ferreñafano. Hay en cada décima una actitud proactiva hacia la vida, critica sin censurar, alumbra sin quemar, dice sin gritar, sonríe sin reír, historiografía e insinúa llegar hacia el alma del pueblo, al que canta desde adentro sin imaginárselo desde un escritorio. Una de sus obras fundamentales que resume su vida y sus dedicaciones es “Décima del alma norteña”. En décimas del alma norteña", se levanta un monumento a la pacartería del espíritu e imaginario popular resondrón, de los dichos de parque y los coqueteos de esquina y rechiflas de chicherío. La autobiografía, el tributo a la tierra, sorna a las moralinas, la apelación pedagógica y reeducadora, la revaloración de la amistad, el flirteo y el canto la chola norteña jacarandosa y coqueta y el consabido orgullo por la identidad y la tierra, representan los ejes temáticos que motivan e inspiran una doblete decimal de octosílabos.

12.- HILDEBRANDO BRIONES VELA (Zaña, 10 de julio 1943-?)
Destacado decimista lambayecano nacido en la ciudad de Zaña y que durante toda su vida se ha dedicado a mantener y difundir la identidad cultural y la reivindicación del afrodescendiente a través del arte popular. Descendiente de afrolatinoamericanos. Cultiva la décima con virtuosismo y encanto. Es autor de más de 200 décimas que se difunden por tradición oral en el Perú entero y en el sistema educativo peruano a través del currículo oculto. Profesor de declamación y director de talleres de creación de décima y de cajoneo. Vive actualmente en la ciudad de Chiclayo. Sus obras publicadas son: “A Lundero ledá Zaña” (1995), “Así es la ciudad de Zaña” (2002), “Cayaltí dulce canto al mundo” (2005), “El candil del norte” (2009).
Brando, como se le conoce cariñosamente, es uno de los decimistas mas celebrados. Sus décimas son motivos permanentes de recitación. No hay concurso de poesía o décima que no tenga un poema de este bardo popular. 

13.- RAÚL RAMÍREZ SOTO (Caleta de Pescadores de San José (Lambayeque)  julio de 1939- ?).
Poeta, decimista, docente e intelectual lambayecano a carta cabal. Su perfil literario se ha caracterizado por su amor a la literatura infantil y el cultivo intenso de la décima de característica festiva y humorística. Es uno de los más refinados poetas para niños por su pluma suave y diáfana. Eximio autor de décimas de pie forzado, libres, de punto fijo. Sus aportes literarios han merecido sendos trabajos con fines de titulación profesional en post grado.
Algunas de sus obras destacan con brillo propio: “Por amor al arte”, “Vea Ud. eso…”, “Cuchohambra”, “Chibiricoque”, “Cochiyape”, “Tero Tero”, “Tata, Tata…”, “Adió”, “Quisicosas”, “La yapa!, “Corte parejo”, “A mi manera”, “El quitapenas”, “De mi cosecha”, “R con R”,
Raúl Ramírez Soto ha hecho de la décima su insignia y blasón. Y en cada décima hay un tema que puede ser una autobiografía, una crítica a una actividad, a un personaje, señalamiento de alguna retorcida costumbre, filosofía y saber popular, dichos y contradichos, sociolectos, descripción de costumbres y tradiciones. La décima cumple en Raúl Ramírez Soto un abanico de posibilidades temáticas y una manera de zaherir, cual ortiga picalona, a la sociedad de su tiempo, a los personajes que están en la conversa popular y que al ser denostados de manera acre, Ramírez Soto los transforma en una décima festiva y picaresca que sin lacerar ni hacer llaga, exacerba y genera un cuestionamiento sutil a las conductas y vicisitudes humanas. En otra variante de sus tópicos temáticos, su décima busca rememorar y mantener en vigencia las costumbres y la identidad local, la chiclayanidad, usos y tradiciones, giros idiomáticos localistas.

14.- ERNESTO ZUMARÁN ALVITEZ (Chiclayo,1969-?).
Representante de la generación del 90. Fue miembro del grupo literario “Argos” de Lambayeque. Abogado, poeta. Ganador de varios premios regionales y nacionales. Su poesía transita entre el cosmopolitismo estético, la reflexión filosófica, un sistema de imágenes caóticas cargada de semanticidad existencial. Su arte poética explora los aspectos íntimos del yo y su cosmovisión lírica. Es el mejor artífice y representante de los 90 –junto a Luis Yomona Yomona- por la madurez de su verso y la profundidad de su estilo. Cultiva también el cuento. Ha publicado “Todavía el paraíso” y tiene inéditos,  De prófugos y vigilias, Las ciudades sin nombre (poemas en prosa) y Libro del Umbral. En narrativa, el libro de cuentos Ninguna historia que contar y la novela corta Las últimas tinieblas.
Zumarán es un poeta muy sensorial y volitivo por sus textos, su estilo se caracteriza por su exotismo y  a veces por un estructuralismo barroco en la construcción de sus imágenes.

15.- ANDRÉS DÍAZ NÚÑEZ* (01 de diciembre de 1943, Chames-Chota-Cajamarca- ?).
Poeta, narrador, docente universitario. Representante de la generación del 80. Es el escritor andino que lleva su literatura, recuerdos, nostalgias a la ciudad y construye sus historias a partir del recuerdo híbrido de su nuevo geográfico vivencial y los recuerdos de su tierra natal. De estilo llano, destaca en la prosa, en la novela y el cuento, aborda sus historias en sus aspectos  más anecdóticos. Entre sus obras más destacadas tenemos: "Piedra dura y corazón sensible", "Los hombres que parecen sombras", "Rastros Sangrantes", “El doctor Crudel", "Paredes de viento".
Andrés Díaz encarna el andino que viene a la ciudad a generar su propio desarrollo personal, a buscar sus lectores y encontrar su propia identidad y sincretismo: la mente en su tierra natal y su cuerpo en una nueva ciudad cosmopolita. Vino a encontrar su oportunidad y la encontró con lectores y el afecto de los lambayecanos.

16.- JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ* (La Torre-Cajamarca-Perú 1955?).
Docente en la especialidad de Artes Plásticas y Psicología. Villegas destaca en la poesía para niños y en la poesía amorosa. Su trabajo docente como tallerista y conferencista lo ha llevado en varias oportunidades a Ecuador, representado al Perú. Su poesía infantil es tierna, musical, dulce y busca sensibilizar el alma de los niños mediante historias que cantan la alegría. En su faceta de poesía para adultos, su poesía romántica tiene bastante lirismo, profundidad temática. Villegas encarna también el escrito andino que buscó en la urbe  sus lectores y los encontró mucho más allá de las fronteras locales. De espíritu sosegado y bonachón, Villegas hace carne de su poesía en perfecta congruencia entre lo que Scribe y es.  Entre sus obras más resaltantes tenemos "La luna cantora", "Rimando la alegría", "Repertorio de ternura", "La flauta del agua", “Sapito Sapón”, “La rana Anita”, “El amor es más” y su nuevo libro “Transgresor de sombras”.

 17.- CARLOS BANCAYÁN LLONTOP (Chiclayo, 1943-?).
Poeta, docentes, conferencista, articulista, narrador, eximio maestro de ceremonia, Bancayán es un buceador profundo de la filosofía del alma y la esencia del ser. Es un poeta filosófico, de arraigo existencial. Ganador de los Juegos Florales inter Universitarios de Lambayeque (poesía, 1965) y del concurso Poeta Joven de Chiclayo (poesía, 1966). Bancayán es el poeta de la ciudad, de la urbe. Existencialista por convicción y humanista por tradición. Hay en su poesía un intento por sondear los vericuetos del alma humana.
Entre sus obras publicadas tenemos: "Poemas Dispersos"  (Poesía, 1975), "Sentidumbres: la costumbre de sentir"  (Poesía, 1979), "Pastor de Colibríes"  (Poesía, 1994), "Las Formas"  (Cuento, 1998), "Acantilado" (Poesía), "El enviado" (Novela), "El vestido era azul" (Teatro), “Pétalo Canario”, “Poliedro”.

18.- MARIO GASTELO MUNDACA* (San Juan de Licupís-Chota-Perú 14 de setiembre de 1944-?).
Maestro, abogado, novelista y poeta. Obtuvo dos premios: Juegos Florales 1980, con Bajaron al Valle, y otro, en el certamen Nor Peruano 1983, con Nubes en el Viento. Ha escrito una trilogía novelística con el título general “El Trianto Real”.
Su obra se caracteriza por reflejar la migración andina hacia la costa, sus personajes generan el efecto nostalgia dentro del nuevo escenario. La novelística de Mario Gastelo revela un constante movimiento migratorio no sólo de su personajes, sino el fluir mismo de la narración se le equipara y da la sensación que en las tres novelas hay un trasvase emocional andino hacia las ciudades costeras en búsqueda de oportunidades de éxito. Son novelas que cuentan la historia migratoria de sus personajes hacia la ciudad, con todas sus peripecias, sus anhelos, frustraciones y con algunos insalvables triunfos.
Don Mario es un narrador andino de la nostalgia y un poeta de la tristeza.

19.- VÍCTOR CONTRERAS ARROYO* (Santiago de Chuco-Trujillo-1950-?).
Docente, poeta, actor de teatro, fundador del grupo NEPER. Estudió su educación primaria en Trujillo, secundaria en el Melitón Carbajal de Lima, Ciencias Sociales en la UNMSM y arte dramático en la Escuela Nacional de Teatro-Perú.
Contreras es el alma del teatro neperiano y unos de los impulsores de la literatura de compromiso, de responsabilidad ética, social y política del creador.
Dentro de sus obras tenemos: “El hombre que es hombre” (Lima,1971), “El puerto de tus ojos” (1974-Chimbote), “La tuerca de la gran máquina” (Chimbote, 1984), “La danza del sol” (Trujillo 2000), “Canto de amor antes que muera la luna” (Lambayeque, 2000) y “Ojo de mar” (Lambayeque, 2011).
Contreras maneja un lenguaje metasignificativo, construcciones endocéntricas donde lo que prevale no es la palabra aislada y desconexa, sino le interesa el signo, la metáfora altisonante del repentismo y disloque lingüístico, sembrar en el lector la reiteración temática, generar conciencia universal de los problemas que agobian al planeta: guerras, destrucción del ambiente natural, deshumanización de la civilización, corrupción, miedo, muertos, enfermedades, violencia social y hasta un proceso mismo de involución del ser humano.
Contreras simboliza el poeta que a sus convicciones personales le añade sus convicciones sociales y culturales.

20.- GILBERTO MAXE SUXE*(Tostén-Pulán,Santa Cruz-Chota-Cajamarca, 1957-?).
Docente y narrador. Es otro símbolo del alma andina. Narrador polémico por sus interioridades sexuales en sus argumentos y el diálogo de sus personajes. Sus obras más representativas son “Los tres consejos”, “Diálogos de las infelices”.
Su obra tiene un perfil narrativo que explora el alma humana, los problemas sociales y de convivencia.

Este no es el parnaso literario completo, pero sí aquellos que en su momento significaron lo mejor en su época. Los escritores se esfuerzan por trascender y será solo su obra, su ejemplo y su condición humana y el favor del lector el que finalmente lo ubique en el sitial que se merece. No es buena cosa, ni dable ni ético que forcemos a otros a ser considerados como tal, solo para satisfacer el ego. El prestigio de un escritor se construye con su obra, pero también con su vida y ejemplo. La sociedad le exige a los escritores estar a la altura de la historia y esta les pide: seriedad, madurez, proactividad; el estrambotismo y las poses alucinadas quedan solo son para el circo del grupo momentáneo. 
(*) De los 20 elegidos, 09 escritores entre vivos y muertos no han nacido necesariamente en Lambayeque, pero vivieron mucho tiempo, no menos de 15 años, suficiente como para adquirir la lambayecanidad y la gratitud para dejar constancia que no se necesita haber nacido en una tierra para dejarle todo el empeño y esfuerzo. Digno ejemplo por ellos que nunca reclamaron su lambayecanidad y a veces hasta fueron ninguneados o tomados despectivamente como foráneos.



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Glosas de un lector del pueblo


Walter Gastelo Gastelo





















GOOOL  AL CÁNCER,
LIBRO DE WALTER GASTELO
                                                          

     Acaba de ser publicado un libro de reflexión y esperanza sobre la salud. Se denomina GOOOL AL CÁNCER, escrito en verso, 558 décimas o espinelas. WALTER GASTELO GASTELO es el autor del referido libro. Expone las vicisitudes por que ha pasado durante el tratamiento especializado en búsqueda de librarse de la neoplasia o el cáncer. Lo más interesante es el alivio que encontró el autor. La exposición está matizada de las respectivas anécdotas. La obra conforma un claro mensaje de prevención, dirigido al pueblo que se halla expuesto a contraer este tipo de mal terrible.

     Prologa, GOOOL Al CÁNCER, el maestro, poeta, narrador y crítico literario José López Coronado. La obra ha sido estructurada en capítulos o tiempos como un Partido de Fútbol, en honor del deporte que contribuye a una salud de calidad, y en alusión al autor, quien durante su vida laboral se desempeñó como árbitro de Fútbol de la Asociación Chiclayana de Árbitros de Fútbol, titulado por la Federación Peruana de Fútbol. Los capítulos tienen una ingeniosa secuencia: Primer y segundo tiempos del Partido, primer y segundo tiempos suplementarios, definición por penales, con diferentes temas en cada uno de ellos. Termina en un anexo de comentarios a la valiosa producción literaria de Walter Gastelo Gastelo.

     La trascendencia del tema expresado en décimas provoca leer y volver a leer esta obra literaria.



                                                                                                 MARIO GASTELO MUNDACA



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Víctor Díaz Monge






































VÍCTOR DÍAZ MONGE, PALADÍN DE LA NATURALEZA


Por  Mario Gastelo Mundaca

Amigo lector. De quien voy a decir algo, es profesor en Biología y Química, cesante; poeta, narrador y ensayista  ferreñafano, Víctor Díaz Monge.

Con hidalguía se puede afirmar, de todos los poetas de la región Lambayeque, y tal vez del Perú, quien más ha escrito poesía de literatura infantil y juvenil es Víctor Díaz Monge, en poemarios, cuentos, novela corta y ensayos atrayentes.

Defensor, pleno, del hombre/la naturaleza y sus leyes. Lance, que lo llevaron a escribir  poemas  repetidos de un mismo tema que constituyen incluso poemarios completos tales como La ronda del girasol/2003, La  madre, La cometa, Colibrí, Abejas, Arcoíris. En todos ellos incluye la terminología científica que no es ajena al habla del pueblo. No elude la problemática social, causadas por el sistema capitalista neoliberal hoy globalizado... Ahora, ¿por qué ha versado de una sola entidad? Se ha valido de la “Teoría del extrañamiento” Este procedimiento existió en la literatura siempre, pero Víctor Shklovski lo describió y le dio nombre. O sea. A un objeto se le puede poetizar ciento de veces según el momento emotivo, espacio y temporal, y capacidad cerebral.

En todos sus trabajos literarios  hace  evocaciones de raíces creativas, expresa su visión vivida. El mensaje de su obra es sui géneris por la estructura científico-social. Se adelanta ser un paladín de la Naturaleza respecto al calentamiento global y transgénicos con los primeros poemarios Panal de melodía (1980), Cantares a la naturaleza (1981).

Los  interesantes  ensayos sobre Pedagogía de la sexualidad integral (1989) que tratan sobre la reproducción sexual vegetal análoga a la humana. Y también en los ensayos de Moléculas físicas y químicas (1986) adonde considera el Arte-ciencia como un hecho integral en la creatividad y enseñanza y aprendizaje.

Del poemario La ronda del girasol, he aquí un poema:


MULTIFLOR GIRASOL

En  tu ajedrez multiflor…
El susurro de abejas
son besitos mielumbre,
fuerzas labran sin quejas
dignos suspiros de lumbre.
Arde, arde verde de farol,
madurando certidumbre
las carcajadas del Sol.

Junio de 2016

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CANTAR DE CIMA

Por  Mario Gastelo Mundaca

     EL 30 de marzo de 2016 se ha publicado el libro de poemas en décima espinel CANTAR DE CIMA del acreditado autor literario ANTONIO ESCOBAR MENDÍVEZ. La publicación estuvo a cargo de la empresa editora Papel de Viento Editores, Trujillo-Perú, representada por el poeta Alejandro Benavides Roldán.

     Este libro tiene 89 poemas, ordenados en siete cantos. Antecede al cuerpo de la obra, una Reseña-Prólogo, redactada por NIEVES MARÍA MERINO GUERRA, escritora, Gran Canaria, España. Dice ella, al comienzo de su amplia redacción:

     “Estimados lectores:

     Estáis frente a un libro de poemas excepcional, ante el que me inclino y entro descalza, como en tierra sagrada: así es el alma, la esencia, de quien es y cómo siente nuestro gran poeta y autor Antonio Escobar Mendívez. Es sublime.

     Hacía años que no leía un libro de poemas, exclusivamente en Décima Espinel. (Quizá porque en España, hace tiempo que la poesía se orienta más hacia el verso libre, o verso blanco). Lo cual me ha hecho revivir poemas leídos y escritos en mi etapa de estudiante en literatura, y como lectora insaciable en mis ratos libres.”

     Concluyo esta glosa, transcribiendo una décima de Cantar de Cima, página 216:

“Siga moviéndose el mar
con cardumen de sardinas
y las estrellas divinas
aumente su titilar.
La campana al repicar
con su voz de plañidera
guiñará a la primavera
para hacerla estremecer
y así volver a nacer
el día que yo me muera”.


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PEDRO VERANO

Por: Mario Gastelo Mundaca

     De recordación especial es WALTER ARMANDO FERNÁNDEZ MUNDACA o PEDRO VERANO (seudónimo literario más conocido). 




Nace el 3 de setiembre de 1941 en San Juan de Licupís (Chota, Perú), y fallece (antes de tiempo) en Lima, abril de 1971. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional “San José” de Chiclayo. Posteriormente, en este mismo colegio ejerció su profesión docente. La Universidad Nacional de Trujillo le otorgó los títulos de Profesor de Educación Secundaria en las especialidades de Lengua y Literatura y de Inglés.

     Como poeta fue premiado en  los siguientes certámenes: A) Juegos Florales Internos de la Universidad Nacional de Trujillo 1965, con el poemario El Retorno; B) Juegos Florales de Poesía 1967 de la Universidad Nacional de Lambayeque, con La Fuente y el Poema; C) Juegos Florales de la Universidad de Piura 1970, con el poemario Playa Solitaria (premio póstumo).

     Sus obras editadas: Playa Solitaria (poesía,1971), Diciembre (poesía, 2007) y La Venganza del Amor, cuento publicado en la Revista Cultural “LICUPÍS”, Edición 2007, pág. 10 a 12.

     La Promoción sanjosefina 1971 “Walter Armando Fernández Mundaca”, que auspicia la publicación del segundo libro mencionado, dice en el reverso de la portada:  “En homenaje póstumo la promoción 1971 que lleva su nombre, del colegio ‘San José’, relieva y resalta su permanencia como hombre cabal, su trascendencia como ser sensible, con mucha espiritualidad y una candidez espontánea, propia de los niños, su gesto tierno habita en cada espacio de su ser, siendo este manojo de poesías denominado ‘Diciembre’ un regocijo para nosotros sus alumnos y familiares”. 




He aquí algo de la poesía y cuentística de Pedro Verano:


POEMA

Poesía
dadme
el relámpago
tenaz
de la alborada,
para incendiar
de auroras
el pecho
de mi pueblo.



GAVIOTA

Gaviota:
llévate
mis penas
mar adentro
donde muere
la vida,

Llévalas
tras la tarde
de este día
a no volver.

Y déjame
por siempre
tu soledad
alegre
de no esperar
a nadie.



INFANCIA

Entre las callejas
se oyen
ya las rondas.

A lo lejos
la luna
se despierta.

Sopla el viento.

En el aire
se conjuran
un canto y una pena.

¿Quién vendrá?

Sí, Armando:
es tu infancia.



LA VENGANZA DEL AMOR
(cuento)


        I    
     

         -Amiguita, ¿te acompaño?
         -¿Qué le pasa, ah?
         -Desde la primera vez que te vi me enamoré de ti.
         -Calla cholo zonzo,..  ¡gafo!
Ella corrió, y abriendo de golpe la puerta grande de un chalet violáceo entró en éste, cortando bruscamente las frases galantes de Anselmo Mayta.
Aquel día era domingo. Día de estrenar vestidos y de pasearse en el Parque Principal. Y fue allí donde Anselmo la conoció. La estaba mirando toda la tarde y la siguió cinco cuadras, hasta que se atrevió a hablarle. ¡Zonzo! le dijo, ¡gafo! También; hermosas palabras, sin embargo, para su corazón enamorado.
La calle estaba solitaria y apacible. Uno que otro peatón la cruzaba. Anselmo se quedó transido, mirando el edificio violáceo donde la vio entrar. Era hermoso con sus balcones de jardines y sus ventanas grandes con persianas que parecía un palacio. -Estará sola- pensó -me estará mirando por la hendija de aquella ventana… mejor me voy-. Metió sus manos en los bolsillos y se puso a caminar.
La tarde, sobre la ciudad, iba tendiendo su velo…

        II

-¡Naranjas, naranjas, a cincuenta las naranjas! ¡Vengan por acá, vengan a las naranjas!
Anselmo trabajaba en la parada. Vendía naranjas, mandarinas. Había entrado la alegría a su alma: estaba enamorado. De su mente amiga en ningún momento se apartaba la tierna imagen de aquella muchacha. Era hermosa, pues, la vida.
Desde que llegó de Urcos, hace un año, nunca había pensado en enamorarse. Sólo le había preocupado encontrar un buen trabajo para juntar dinero y volver algún día a su tierra con cosas lindas para sus hermanos. Deseó trabajar en alguna casa comercial, pero cuando lo solicitó le pidieron una serie de papeles que no los poseía. Hubiese trabajado en los arrozales, pero ya se había completado el personal. La Costa, en verdad, no era como oyó decir alguna vez, ni como lo había soñado. Pero así son las cosas. Uno cree que más allá del terruño está el porvenir, la suerte; pero no siempre es así. Uno cree ser dueño de su vida, de sus aspiraciones y de sus sentimientos, pero de pronto le asaltan circunstancias inesperadas para las cuales no siempre está uno preparado.

III

Ningún domingo dejó Anselmo de ir al Parque de la ciudad. Iba siempre luciendo su pantalón azul, dominguero, y su camisa verde o amarilla de paseo. Iba para ver a la elegida de su corazón, y quién sabe, para solazarse con las flores del jardín del Parque. A veces se quedaba largo rato contemplando los geranios, imaginándose entre las flores, semejante a su tierra, corriendo tras las mariposas, espantando avecillas bulliciosas con sus labios repletos de sonrisas. Allí veía siempre a Adela, aunque no siempre conversaba con ella. Una vez la vio charlar con un soldado y sintió celos, a tal extremo de entrevistarse con aquel, quien resultó ser familiar de ella.
Una tarde, la vio acompañada de otras muchachas. Estaban paseando y paseando alrededor del Parque. Él las observaba desde una banca solitaria. Cuando el racimo pasaba por su lado, ellas charlaban y sonreían en torno a él; se sentía feliz: ya todas sabían de su amor. Deseaba conversar ansiosamente con aquella, pero le era imposible. Esa Tarde la siguió con sus ojos minuto tras minuto hasta que en un momento las perdió. Corrió hacia ellas. No les dio alcance. Volteó una esquina, y las vio a distancia. Corrió hacia allí, pero no las encontró.
Anselmo creyó perdida la oportunidad de conversar con ellas. Le pesó no haberlas seguido más de cerca. Sin embargo, reaccionando, pensó: -Por una sola calle se llega a la casa a donde entró la vez primera… Voy allí-. Y así lo hizo.
La calle estaba desolada. Ningún automóvil la atravesaba. -En esta esquina la esperaré- pensó. -Y tendré dos cuadras para acompañarla-. Pasaron pocos minutos, pero para él fueron horas. -Si tuviese bicicleta o carro ya me la hubiera encontrado- se dijo para sí. Mas no asomaba. Preguntó la hora a un transeúnte. -Cinco de la tarde- le dijeron. Era casi la misma hora del domingo pasado cuando con ella conversó. No demoraría. En efecto, al cabo de unos minutos apareció en la recta. Creció su corazón y empezó a golpearle el pecho. Se arregló disimuladamente el cuello de su camisa nueva y se decidió hablarla:
-Buenas tardes, amiguita… Amiguita, buenas tardes.
Ella no le contestó.
-Quiero conversar contigo… Estoy enamorado de ti… Eres liadísima.
Tampoco le contestó nada.
-No seas mala, contéstame… Lo hago con buenas intenciones, porque quiero casarme contigo.
Y no le dio ninguna respuesta.
Ya casi llegando a la puerta del chalet, Anselmo, haciendo un ademán de tomarle por los hombros, le dijo:
-Amorcito, quiero conversar contigo… Trabajo en la Parada.
-¡Quita atrevido! –contestó la muchacha, colocando con fuerza su brazo derecho en el pecho de Anselmo, aventándolo a la acera.
-¡Qué pasa, allí! –dijo una voz- ¡Pasa, Adela, rápido! –prosiguió la misma voz, ya imperativa, que salía desde la ventana del segundo piso del chalet violáceo. Anselmo miró hacia arriba y vio un joven alto de pelo rubio y ojos azules que le miraba fijamente:
-¡Oye cholito!: ¿Qué quieres con mi cocinera? –le dijo su interlocutor.
Anselmo, sin contestar nada, se retiró avergonzado, rápidamente.
-Cholo me ha dicho a mí y cocinera a Adela  -iba pensando- y eso es desprecio, creo. Bueno, pues, algo es algo: la he acompañado.
Una vez que Adela entró en el chalet se dirigió a la cocina, a sus quehaceres. Y hacia allí llegó el joven rubio, el de la ventana, quien pasando sus manos duramente por las nalgas voluptuosas de ella, le dijo:
-¡Cuidado Adela, ¿ah? ¡Mucho cuidado con la calle!
Adela quizo darle una bofetada, decirle las mismas palabras que le dijo una vez a Anselmo, pero no, no podía; aquel era hijo de sus patrones y no era menester. Además en la escuela, cuando estudiaba, le habían enseñado que siempre se debe respetar a las personas mayores, a los patrones, a las autoridades. Bullía, sin embargo, de rabia. Los ojos se le humedecieron. Todo su porvenir, imaginado, lo vio derrumbarse. Dudó un instante y le pareció que todo era mentira, sonrió; pero no, no eran ilusiones; era la pura verdad. Recordó a Anselmo. –Trabajo en la Parada- le había dicho. –Mañana iré a comprar y lo veré- se dijo. –Seremos amigos-.
Se durmió pensando y pensando en su vida; hizo el recuento de todo lo que le había sucedido aquel domingo. Y una mezcla de miedo y humillación se apoderaron de su ánimo.

IV

Adela era muy joven aún y no comprendía bien lo que era el amor. Dos años había pasado desde que la trajeron de Sapán. Entró a trabajar como Ama primero, pero por razones de viaje, sus patrones la despidieron. Anduvo buscando nuevo trabajo una y tres semanas. Al cabo de las cuales, tanto andar, leyó sobre la puerta grande de aquel chalet que decía:

   “Se necesita cocinera con cama adentro.
                  Se paga buen sueldo.
                  Razón: Aquí, dentro”

Así empezó a trabajar de nuevo, sin pensar que muy pronto los hombres la requeririan.
-Trabajaré con juicio y volveré algún día a mi tierra con dinero para mi mamá y ayudarle a criar y educar a mis hermanos menores, huérfanos –se había dicho siempre.
-Adela, vete al mercado, temprano –le dijo su patrona.
-Bien, Señora –contestó ella.
-Ya sabes lo que vas a comprar… Hoy es lunes.
-Bien, Señora.
Y Adela salió, rápido.
-Iré a la Parada –pensó-. Puede darse la casualidad de encontrarme con Anselmo.
-¡Naranjas!, ¡naranjas! ¡Pase por acá! ¡Vea qué dulces están las naranjas! –decía una voz en el rincón mismo de un gran toldo. Era Anselmo. Sí, era él.
-Vende naranjas –pensó y se resolvió:
-Joven, por favor, diez naranjas –pidió Adela.
-Encantado, señorita –replicó Anselmo. Pero a la hora que le colocaba las naranjas en su canastón, un inusitado recuerdo le avisó que ella era la muchacha que estaba enamorado.
-¿Cuánto es? –preguntó Adela.
Nada –replicó Anselmo, mirándola profundamente emocionado. Ella tenía los ojos pardos y achinados y sus mejillas eran como el color de una flor de geranio en primavera.
Ambos se turbaron. Ella no atinó más que seguir caminando. Él a mirarla. Luego, Anselmo, encargando de inmediato su venta, la siguió:
-Adela, Adelita, ¿puedo acompañarte?
-¿Y cómo sabe mi nombre? –increpó ella.
-La última vez que te acompañé te llamó por tu nombre el joven aquel de la ventana. Y desde ese día lo he gravado en mi recuerdo, porque lindo es tu nombre.
-Gracias –dijo ella. ¿Y como te llamas tú?
-Yo, Anselmo –contestó titubeando.
Caminaron mucho, conversando y conversando… Y faltando sólo dos cuadras para llegar a casa, Anselmo continuó:
-Bueno, Adelita, perdóname; pero quería decirte que te quiero. No sé que me pasa, pero lo cierto es que m’enamorao de ti. No sabía cómo decirte esto, pero m’ he atrevío a decirte. ¿Qué dices, ah?
-Bueno, mira, yo no puedo decirte nada. Además yo me voy a mi tierra en Setiembre. Faltan sólo siete meses nomá.
Y cansada por el canastón se puso a descansar.
-No, Adelita, mira, yo viviré para ti nomá. Nos uniremos y trabajaremos juntos. ¿Qué dices, ah?
Adela, tomando nuevamente su canastón, le dijo:
-El próximo domingo conversamos más y allí te digo.
-No seas malita, Adela, ahora mismito, pues, dime. No seas mala.
-No, el próximo domingo te digo, si quieres, chau, chau. Ya no me sigas, ¿ah?
Anselmo se detuvo en la esquina. Ella siguió su marcha. Nunca antes para Anselmo la vida pareció tan bella y jamás se vio tan satisfecho de sí mismo; pues, tenía ya la esperanza. Esperó que Adela entrara en el chalet y haciendo un gesto de triunfo corrió por la calle soleada saltándose a su paso un volkswagen estacionado, cual si fuera un loco… de ternura…

V

Llegó el domingo esperado con ansiedad. Anselmo, desde temprano estaba en el Parque. No se habían citado, pero se suponía que allí se verían. Y en efecto así fue:
-Adelita, qué has pensao, ¿ah?
-Pues no sé que decirte.
-Mira, Adelita, si tu me aceptas, trataré de que seas feliz, palabra.
Pasearon casi toda la tarde. Él tratando de obtener el sí. Ella dudando más de una vez. Y llegando ya hasta la esquina del chalet, ella se detuvo para despedirse.
-Hasta acá nomá me acompañas, ya me voy.
-Bueno, Adelita, dime la verdad, capaz ya no quieres que venga. ¿Acaso ya tienes enamorado?
Adela se turbó y se quedó en silencio. Asomó a su mente la imagen inesperada de Juan Carlos, el hijo de sus patrones, quien la estaba requiriendo e insinuándole el amor más y más.
-No, no tengo –dijo Adela, mirando dulcemente a Anselmo, casi triste y estática.
Anselmo, no teniendo más palabras, se inclinó ligeramente hacia ella y besó tiernamente su mejilla.
-Te adoro –le dijo-. Eres mi vida-
-Yo también te quiero –le contestó Adela.
Y se despidieron.
El suave viento se Setiembre paseaba al sol dorando las paredes y se refractaba, al mismo tiempo, entre los vidrios; y Anselmo, preso de una alegría infernal se puso a andar. Le había aceptado Adela, no había duda.
También la orfandad tiene su estación de alegría.

VI

Fueron pasando los días como siempre. Anselmo y Adela se veían continuamente. Iban al cine de vez en cuando y todo marchaba bien. Pero un domingo, Adela, llegó tarde a su trabajo y la reprendieron. Ella no dijo nada. En seguida:
-¡Adela! –le gritó Juan Carlos desde su dormitorio.
-¡Señor! –contestó.
-¡Alcánzame la bañera con agua!
-¡Bien, Señor!
Ella le alcanzó de inmediato. Pero antes que saliera del cuarto, Juan Carlos cerró la puerta y la tomó bruscamente de sus brazos.
-Me gustas –le dijo, susurrándole.
Y se abalanzó sobre ella.
-¡¡Anselmo!!, ¡¡Anselmo!!, ¡¡Anselmo!!! –gritó fuertemente, Adela, forcejeando en vano. Y sus gritos agudos y penetrantes se fueron ahogando en los desnudos brazos de Juan Carlos hasta apagarse definitivamente en el silencio del inmenso Chalet.
El tiempo pasó sin novedad. Adela nunca se atrevió revelar su problema a Anselmo. Su patrón había abusado de ella sin ninguna dificultad. Qué lo iba a  hacer. Eran su Patrón, al fin.
Anselmo siguió trabajando normalmente, pero un buen día llegaron los Policías Municipales a su puesto. Le pidieron su Carné de Salud, su Libreta Militar y Electoral, pero no tuvo ninguno de estos documentos.
-Le esperamos una semana –le dijeron-. Si no los tiene para aquella fecha, dejará de vender.
Y así fue. Anselmo se quedó sin trabajo. Anduvo semana tras semana buscando un nuevo, pero siempre le respondieron: “No hay, pero presente solicitud y certificados por si acaso”. Mientras tanto, evitaba verse con Adela, pues, no quería que ella se pusiera triste, por eso.

VII

Pasaron los meses uno tras otro y Anselmo seguía sin trabajo. Para pasar los días cargaba bultos y cobraba. Un día compró naranjas para vender nuevamente, pero vinieron los municipales y le quitaron. Poco le faltó para llorar de amargura.
-“Cuando tengamos dinero, nos casaremos; viviremos y trabajaremos juntos” –se habían prometido mutuamente.
Los encuentros ya no tenían el mismo sabor, pero el amor que Anselmo profesaba a Adela era el mismo. Un domingo que fueron al cine, Anselmo se atrevió bastante y le toco ligeramente el vientre.
-Estás engordando mucho –le susurró al oído-, pero qué importa eso, ¿di?
Adela no le contestó nada. Pero al despedirse aquel día, le saltó el presentimiento de que Anselmo se estuviera dando cuenta de su embarazo y resolvió no más salir los domingos. Y ¿qué diría la Patrona de su embarazo? ¿Declararía la verdad? ¿La despedirían? ¿Dónde iría? ¿Cuál sería la reacción de Anselmo? Éstas y muchas otras preguntas rebullían en su mente. ¿Qué hacer, pues?...

VIII

En vano la esperó los domingos siguientes. Ya no veía a Adela.
-¿Qué le habrá pasado? –se preguntaba para sí.
Y no habiéndola visto ya ocho domingos consecutivos, resolvió ir a verla a su trabajo. Tocó el timbre una y otra vez. Al fin salió una dama de guardapolvo blanco que al parecer trabajaba allí. ¿La habrán reemplazado? –pensó. Luego, preguntó:
-¿Está Adela, por favor?
-No, señor. Está en el Hospital –contestó.
-¿Qué? –dijo, y se nubló el alma. Algo grave pasaba. ¿Por qué será?...
Acudió de inmediato al Hospital. Sufrió mucho para ingresar. Hasta que al fin logro dar con el pabellón donde estaba. Nunca antes había entrado en un hospital y aquello le parecía otro mundo. Después de hablar con las enfermeras, penetró en cuarto donde se encontraba Adela. Percibía raras fragancias en el ambiente. Luego vio entre sábanas blanquísimas a su amor, pálida y enjuta que dormía apaciblemente.
-Adela, Adela –le susurró-. ¿Qué tienes? Soy Anselmo. ¿Me reconoces?
-¡¡¡Anselmo!!! –prorrumpió Adela, con sus ojos desorbitados y con un grito agudo y fuerte como salvada de una pesadilla horrorosa.
-¡¡¡Anselmo!!! –prosiguió y se inundaron sus ojos en lágrimas.
-Permiso, Señor –dijo una elegante enfermera portando un niño rubio en sus brazos que lo colocó maternalmente junto a Adela.
Anselmo se quedó mirando, anonadado, aquel cuadro tierno y sublime: ¿qué había pasado?...
-Señor, ¿Usted es familiar de esta Señora? –inquirió la enfermera, sacando de su asombro a Anselmo.
-Sí, Señorita –contestó él, inesperadamente.
-Hace una hora más o menos dejaron este papel a la Señora, tómelo.
Anselmo se dispuso a leerlo:

          “Adela, quedas despedida del trabajo. Tu hijo que has tenido
          y que alegabas ser de mi Juan Carlos es una ofensa a la
          dignidad de mi hogar. El hijo tuyo pertenece a ese tu cholo
          Anselmo Mayta. Ya todo lo hemos averiguado.
                                                           Lyana de los Ríos”.

Un hormigueo brusco y helado le recorrió desde la coronilla hasta los pies, y sin decir una sola palabra salió a la velocidad. La furia invadió todo su ser y la amargura se apoderó de él. A tientas y sin darse cuenta apareció en la Parada y prestándole a su amigo su puñal se despidió apresurado.
-¿Dónde vas, Anselmo? ¡Oye! ¿Dónde vas? ¡Dónde vas! –le gritó su amigo.
-¡A vengarme! –le contestó y desapareció fugazmente…

IX

Anselmo se agazapó en la esquina del chalet violáceo donde había trabajado Adela.
-Tengo que vengarme… Tengo que hacerlo –pensó rabiosamente…
Estaba resuelto a dar muerte a Juan Carlos. Sí, él lo conocía. Era aquel que le había dicho “cholo” una vez. El que le había arrebatado su amor. El que había arruinado su vida.
No se dio cuenta cuanto tiempo estuvo esperando. Pero a eso de las cinco de la tarde llegó un carro verde brillante y se detuvo en la puerta del chalet. Sí, era él. Juan Carlos acababa de llegar. Salió del vehículo, vestía elegante saco amarillo. Anselmo sin pensarlo dos veces, corrió hacia él y sin titubear asestó de improviso una y otra vez el puñal en el pecho níveo de Juan Carlos, en medio de gritos y quejidos.
Anselmo, con sus vestiduras chapoteando de sangre corrió por la calle en dirección al hospital, seguido por el griterío de curiosos y pitazos de policías que gritaban a la vez: ¡detente o disparo!, ¡deténgalo! Pero no hacía caso. Los carros se detenían. El tráfico se interrumpió. Los claxons formaban un coro atronador. La cosa era grave: había asesinado al hijo de una honorable familia de la ciudad.
Acesando y sudando sangre y furia llegó hasta el hospital. Quiso entrar a la fuerza, pero lo detuvieron cinco porteros. La multitud perseguíale furiosa. La intención de él era llegar hasta Adela y darle la noticia, mas no lo logró. Dos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte policías le fueron tomando paulatinamente. He iban llegando otros más. El público se amotinaba.
-¡Déjenme entrar! ¡Quiero ver a Adela! ¡¡Déjenme!! –gritaba Anselmo, preso de un arrebato bestializado y prendido fuertemente de los hierros de la puerta del nosocomio.
-¡Camine!, ¡¡vamos!!, ¡¡¡camine!!! –le conminaba en coro la policía.
-¡¡Adela!!, ¡¡¡Adela!!!, ya lo maté a tu patrón! ¡Ya lo maté y no…!
-¡Plag!, ¡plag!, ¡plag! -los varazos le cortaron instantáneamente sus palabras.
-¡Camine con nosotros!, ¡plag!, ¡plag!, ¡¡camine con nosotros!!, ¡plag!, ¡plag!, ¡plag! Los golpes secos de vara fueron cayendo en su cabeza, en su cuello, en su cuerpo, hasta que se desplomó ahogándose su voz en el murmullo de la gente y en el griterío de mujeres, claxons y sirenas.
Un sabor salobre, esponjoso y tibio llenó bruscamente su boca, al mismo tiempo que a empellones y varazos lo introducían en un carro oscuro, brilloso que partió a velocidad…
-¡¡¡Adelaaa!!!, ¡¡¡Adelaaaaaa!!!, ¡¡¡¡Adelaaaaaaaa!!!!, ¡¡¡¡¡Adelaaaaaaaaaa!!!!!...
Sus ahitas llamadas de locura, ya sólo perceptibles en su imaginación turbada, se fueron apagando lentamente en la inmensidad de su tragedia solitaria…

                         Julio de 1970
      Walter Armando Fernández Mundaca



Pedro Verano (centro), Mario Gastelo Mundaca (izquierda) y Abraham Fernández Mundaca (derecha), en una ocasión deportiva del Club “San Juan”, Chiclayo, 1961.


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 TIEMPO DE OTOÑO

 CECILIA GASTELO



Por Mario Gastelo Mundaca

     Después que leo un libro, algo tengo que decir sobre lo leído, como lector del pueblo. Ahora he repasado dos libros -Poesías y cuentos, Tiempo de otoño- de Cecilia Gisella Gastelo Ugaz. Ella escribió el primer libro entre los diez y quince años de edad. Ahora tiene un poco más de treinta años y reaparece con un segundo libro poético: Tiempo de otoño. Es chiclayana, nace en 1983. Estudió Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque. Obtuvo, mientras su infancia, reconocimientos en el Concurso Literario de Cuento y Poesía “Lundero”, organizado por el diario “La Industria” de Chiclayo.

     A continuación, de la referida autora presentamos dos poemas, elegidos por quien escribe este comentario.


MUERTE SIN PAZ

Siguen llorando los muertos,
por la vida ruegan,
destrozando su cuerpo,
en partes sin dolor.
Entregan su alma,
para comenzar su muerte,
pero ya no pueden seguir ocultando
que desean vivir,
y lloran y lloran
día tras día,
rogando a la vida
que les devuelva su libertad.

(Edad: 10 años)

CECILIA GASTELO UGAZ
(Poema de POESÍAS Y CUENTOS)


ELLA
         A mi madre

Veo cómo se apaga la estela de su juventud,
esa  juventud que me albergó un día,
un día que soñó ser feliz.

Sus ojos, ya cansados,
se adornan de sonrisas leves
que reflejan su extenso andar,
ese andar que ha dejado para mí,
 para siempre recordar.

Su cuerpo se encorva y se vuelve frágil
(se adelgaza el velo que lo cubre…),
y parece ella, la que siempre ocultó:
mi madre buena.

No me canso de mirarla en su eterno reposar:
cansada… cansada está.

Y sé que he de llorar…
cuando la estrella de su mirada se apague.
cuando su voz no la escuche más,
cuando no diga mi nombre una tarde,
cuando su mano quede quieta sin rezar…

Cuando la seda blanca que adorna
sus buenos años (que yo vi pasar)
desaparezca para siempre en plena sombra
…sabré que sin ella me he quedado ya.

CECILIA GASTELO UGAZ
(Poema de TIEMPO DE OTOÑO)


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OFRENDA CHOTANA
1070 Y 1 décimas bajo el cielo provincial,
de Walter Gastelo Gastelo.

     Este libro se compone de crónicas elegantes porque están escritas en décimas. El tema principal es el culto de la Iglesia católica, respecto a festividades patronales en los diecinueve distritos de la provincia de Chota. La Iglesia y la creencia de los cristianos católicos fueron traídas al Perú por los conquistadores españoles. Desde entonces acá, la religión ha calado muy hondo entre los pueblos andinos, al extremo que borró valiosos mitos y leyendas prehispánicos. Y, por el carácter oficial que hoy tiene la Iglesia católica, limita hasta cierto punto la libertad de conciencia y de religión consagrada en el numeral  3 del artículo 2º de la Constitución Política del Perú.

     Pero las cosas cambian con los siglos y el proceso histórico. Siendo así, Ofrenda chotana de Walter Gastelo Gastelo llegará a ser, en toda la provincia, el resumen testimonial de lo que fue: la fe y acción de los cristianos católicos durante nuestro tiempo.


MARIO GASTELO MUNDACA

Año 2015



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LA CIUDAD ENREJADA DE ALICIA SACO



          La ciudad enrejada, novela escrita por Alicia Saco, trasunta la vida cotidiana de Clemencia, una dama limeña, de clase media, en la segunda mitad del siglo XX y la primera del siguiente. La escritora al novelar une la concepción que tiene de la referida época y el conjunto de circunstancias alrededor de su protagonista.


          El título de la novela implica, desde luego, un significado urbano  y propio del momento histórico aciago en que se hallaba el Perú. Ciudad enrejada, según la autora: “donde los ladrones andan libres y la gente decente tras rejas”.

      Especial es la vicisitud de Clemencia, la protagonista. Vive sin aprietos económicos, pero frente a dificultades de carácter social, político y de otra índole. Cada dificultad superada le deja una experiencia útil para los sucesores y digna de ser contada según los preceptos de la literatura.

         Alicia Saco, sobre el pedestal de una vida que parece fruto de la experiencia, pero no es sino de la irreal Clemencia, aplica el arte literario y eleva a su principal personaje al punto de lo extra o novelesco. “El arte demuestra que lo ordinario es extraordinario”, afirmaba el pintor francés Amédée Ozenfant.

          Finalizo esta glosa trayendo a la memoria algo muy grato. Hacia 1974 tuve la suerte de trabajar con Alicia Saco en el Ministerio de Educación (Lima). Parafraseo a lo que ella misma dice en su novela, “tenía un aire espiritual tanto por su manera de ser como por su delgadez”. Vaya una foto ilustrativa:



De izquierda a derecha, el poeta piurano Alberto Alarcón, Mario Gastelo Mundaca y, medio paso adelante, Alicia Saco. A la derecha y el fondo, el grupo de colegas iqueños.

MARIO GASTELO MUNDACA

Año 2014


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LA LIRICA DE JAVIER VILLEGAS

                                   Por: Mario Gastelo Mundaca

     JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ, distinguido poeta, narrador y maestro; natural de Chota y residente en Lambayeque; autor de El amor es más…, Trasgresor de sombras, Anochéceme… amanéceme, entre otras obras literarias. Cultiva en su poesía el género lírico, el de la belleza subjetiva.

     El tema primordial, en las tres obras mencionadas, es el canto a la hermosura física y moral de una mujer. En algunos poemas se trasluce el apetito carnal y el amor sensual, o sea, la esencia masculina. Sus versos son cual feromonas del varón que afectan el cerebro de las mujeres y activan el sistema reproductivo. Pero eso, no es toda su poesía en relación con la mujer; tiene un horizonte más amplio y refinado. La mujer, para él, ha devenido en un mundo encantador, adorable; al extremo que, verla y tocarla es el éxito feliz del varón.

     Con el tema del amor idílico, estimo que Javier Villegas ha encontrado un panorama de varios colores cálidos para explayar su lira poética hacia el buen lejos, donde lo espera la mujer núbil y enamorada. De modo, pues, que el tema aparece inagotable y el poeta escribe sin cesar.

     Una singular belleza encierran las composiciones del poeta en referencia. Generalmente, son breves, tiernas, galantes y bucólicas; vale decir, madrigales y églogas. A más de esto, abundan en metáforas.

     Ilustran el comentario, los siguientes poemas de Javier Villegas.


      AL VERTE

Al verte siento que te toco,
con mis ojos, con mi respiración,
con mi tacto, imagino
que creces en mis manos.
Al verte memorizo tus ojos,
tu sonrisa y tus labios,
aquilato tu voz en mis recuerdos,
dulce paloma de mis sueños,
empedernida luz de mis senderos.

Cada vez que te miro,
adivino el fondo de ti
imagino tus caminos,
tus huellas viajando en los destinos
y a ti cantando en la llovizna,
para humedecer mi corazón
que ya te grita, te palpita y te enciende,
en la soledad y en los tumultos,
en ese estar y serlo todo,
todo contigo y sin ti,
con tu cuerpo y sus moradas,
con tu voz y tus ondulaciones,
de espiga y ola iluminada.

Al verte siento que tú viajas,
en la luz, en el viento, en mis sueños,
al verte me apropio de ti y de tus ojos,
te guardo en las constelaciones,
en mi silencio te proclamo
como dadora de aromas a mis labios,
como eterna luz en mis dominios.

JAVIER VILLEGAS
(Del poemario: El amor es más)


     ENREDÉMONOS

Levanta el follaje de tu cuerpo,
sitúalo paralelo a mis suspiros,
no temas, vierte tus raíces,
enredémonos el uno al otro,
cubriendo nuestros cuerpos de destellos.

JAVIER VILLEGAS
(Del poemario: Amanéceme… anochéceme)


DEJA QUE MIS PALABRAS

Deja que mis palabras te toquen.
Déjalas caer como la lluvia
sobre tu cuerpo de nieve.
Déjalas escribir en tus labios mi nombre.
Míralas, examínalas, cúbrelas del olvido.
Reivindícalas con tus propios sonidos.
Colócalas en el centro de tu corazón.
Préndeles fuego hasta que chillen,
hasta que ardan. Allí, yo estaré ardiendo.

JAVIER VILLEGAS
(Del poemario: Amanéceme… anochéceme)

                                       Marzo de 2014

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 CÉSAR MEJÍA LOZANO, BAMBAMARCA

               (Comentario de Mario Gastelo Mundaca)








El conocido poeta y maestro don CÉSAR MEJÍA LOZANO, natural del distrito de Bambamarca (Hualgayoc-Cajamarca), distrito rodeado de minas que le contaminan el ambiente y causan daño a la vida. Mediante uno de sus libros de poemas, DETRÁS DEL ESPEJO ROTO, podemos entender por qué Bambamarca está así. Del referido poemario, he aquí dos ilustrativos poemas:





ESE MONSTRUO QUE DEVORA LOS CERROS

Ese monstruo que devora los cerros
y vomita miseria
es el mismo que avinagra la tarde azul de mi pueblo.

Ese monstruo devoró los árboles,
los ríos y los hombres
ha cubierto de odio los senderos de la puna.

Ese monstruo que devora los cerros
y transpira cianuro
tiene el poder de convertir el oro en excremento.

Se desplaza torpemente asesinando el paisaje
llenando de llagas el cuerpo de la tierra
abriendo heridas profundas en la epidermis del futuro.

Ese monstruo que devora los cerros
y defeca pobreza
pisotea la dignidad con sus patas de estiércol.

Se regocija perforando el cielo iluminado de mi patria,
sepultando de relaves el corazón de la cordillera
haciendo añicos los espejos azules de la jalca.

Pero ese monstruo que devora los cerros
no es invencible y ha de caer, inevitablemente,
víctima de su propio veneno.






DE TRISTEZA MUEREN LOS ÁRBOLES

Un árbol ha crecido
sobre la nostalgia de la tierra
                    desparrama
                    su tristeza
                    en mi ventana.
-Hasta aquí he llegado, carpintero –sonríe.
La lluvia cubre
su adolorido corazón
                    de solitario ser.
-Hasta aquí he llegado, carpintero –insiste.
Lluvia ácida, smog e indiferencia
                  han agotado su corazón
                  de hombre libre.
-Hasta aquí he llegado, carpintero –agoniza.
La pradera es una viuda
                    que retiene el llanto
                    de la tarde.



Febrero de 2014

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COMENTARIO

     MANUAL DE LITERATURA CHOTANA, un libro que no solo el chotano debe leer sino todo lector, porque la literatura es localista y universal.  Chota, una provincia fecunda en autores literarios, sin duda alguna.

     Pero este Manual dimana de la idoneidad del autor, José López Coronado, quien con mucho esfuerzo ha logrado recopilar, compendiar e interpretar la literatura chotana de ayer y hoy. Tan así es que dicho libro resulta ser, en su índole, el florilegio más contemporáneo de Chota.

Mario Gastelo Mundaca
Setiembre 2013
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COMENTARIO SOBRE LA OBRA 
EN SALSA ROSA

Por  Mario Gastelo Mundaca

     Con pocas palabras turban al lector, los relatos En salsa rosa, de José López Coronado. Libro breve, pero muy sustancioso. Algo así, como la sustancia de los vegetales alimenticios, que nos da energía y buen carácter.

     Dicho de otro modo, los microrrelatos que conforman la obra han sido escritos, generalmente, sobre el pedestal de la cultura popular chotana. Mediante el ingenio refinado del autor, devienen ellos en pequeños cuentos divertidos, chascarrillos andinos.

     Podemos colegir que este género literario ya tiene raíces y frutos en Chota misma. Acompañando a José López Coronado, están presentes, entre otros escritores: Rosa Zoila Silva Latorre, su libro Cuentero empedernido; Carlos Alberto Vigil Vásquez, su libro Relatos del Ñajañaja.

     En concepto de complementar este peregrino comentario, transcribo un texto de En salsa rosa:

CANCIÓN
     Bebíamos en su misma cantina desde la mañana y alguien le hizo la pregunta indiscreta, justo cuando estaba bailando con su esposa y en el momento en que el reloj de la pared daba las 10 de la noche.

     -José Luis, ¿cuál de las últimas canciones te gusta más: “Paloma del alma mía” o “Paloma ajena”?

     -La última…

     Después se dio cuenta de que bailaba solo. Ahora duerme, recostado sobre la mesa. Y nosotros queriendo adivinar lo que soñaba, lo despertamos.

     -Pero, es cierto pues, me gusta “Paloma ajena”, la de Armonía 10.

(Febrero de 2013)


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      MI CIBERCABAÑA ES UN NIDO
 
SIDERAL


    

      VÍCTOR DÍAZ MONGE




Por: Mario Gastelo Mundaca


     Víctor Díaz Monge, nació el 24 de julio de 1943 en la ciudad de Ferreñafe, Lambayeque-Perú. Licenciado en Biología y Química. Autor literario, premiado en varios certámenes.

     Su producción científico-literaria es amplia en poesía, cuento, novela y ensayo. Asumir el saber contemporáneo sobre la base de las ciencias naturales y las ciencias sociales en especial, implica un desafío para el escritor, porque sin asumirlo estaría divagando en el pasado y las tinieblas, muy lejos.

     De su poesía ordenada han resultado siete volúmenes: Antorchas de los gigantes de fuego; Tras mi sonaja, los colores del hambre; Rebelión de las voces sin eco; Madre, supremo crisol de la vida; Poesía, flora y fauna pintorescas; Floremí, felices para siempre; Mi cibercabaña es un nido sideral.

     Acerca de este último volumen de poesía, al que me limito referir por ahora, no en calidad de versado en literatura, sino como un lector del pueblo. MI CIBERCABAÑA ES UN NIDO SIDERAL contiene 693 poesías ciberfácticas del ecosistema, ordenadas en cinco capítulos: Gorjeos azules; La lluvia, tip, tap, tip, tap; La palabra del átomo; Ciencia poética y sus olímpicas piruetas; Materia es una metáfora social.

     Este conjunto de flores unidas en una rama, aparentemente se halla escrito con palabras técnicas que solo los instruidos en Biología, Física y Química entienden. Mas no es así. Todos podemos entenderlo por obra y gracia de nuestra cultura general. Los términos que usa el poeta Víctor Díaz Monge traspasan los límites de lo común, poética forma de poner a la vista lo real de la naturaleza y el ser humano en sociedad. La verdad objetiva, expresada de tal manera, es básica también para los niños, puesto que ellos están iniciándose en el entendimiento dialéctico del mundo y la sociedad.

     Cuando leo sin captar lo que leo, me queda una triste sensación de ignorancia. Esto no ocurre al leer las poesías de Mi Cibercabaña es un Nido Sideral: comprendo lo leído, apoyado en mi conocimiento elemental de  ciencias naturales. De modo paradójico, resulta muy probable que las poesías en referencia se adecuen y enriquezcan a la enseñanza avanzada de Biología, Física  y Química.

      Por expresarse con facilidad y gracia, el poeta recurre a la adjetivación, o sea, da al sustantivo valor y significación de adjetivo. Al respecto, he aquí algunos versos extraídos del florilegio materia de este comentario: “Hay miseria en casas tugurio”. “…del genio la memoria flor”. “…murmuran idiomas voces”. “Con la chispa pedernal”.

      Finalmente, para mostrar el estilo -peculiar y privativo- de Víctor Díaz Monge, transcribo -de su obra poética global- las poesías que siguen:


EL GUACAMAYO

Alucinante pishgo guacamayo
rayo que florece
sobre una rama,
revuela alegre y bravío.

Tu cantar es el mío
rosa e ilusión
con el gorjeo musical
de tus silvestres arpegios.

El guacamayo
providencial,
rocío de mayo
iris tropical.


EL ABUELO

Y yo nací
como el colibrí,
como el colibrí,
para desplegar
poco a poco las alas
de intrépidas ideas.

Y yo labré
la dulce tierra,
la dulce tierra
y pensé
más allá del cielo.

Ahora, soy abuelo,
yo respiro,
yo respiro
los aires
de los caminos
que no volveré
a transitar.

Mas yo volveré
como el amor
en el Sol y su amada flor
sobre dosalbo corcel.


QUÍMICA DEL AMOR

En plenilunio azafrán
la feromona sexual
atrae como un imán
a la aguja todo amor.

La mariposa química
es aroma transparente,
y va en alas de la brisa
avivando a Eros de chiva.

-Ya, ya -el olfato, responde…
-¡Oh, qué viva la química
de encanto libidinal!
Y la ola es brava o rítmica.


LAS MANOS DEL SOL

Los rayos del sol son mágicas manos.

Y el latido revolucionario de su corazón
va en búsqueda del otro lado de la Tierra.

Abre la ventana. Y la revolución
de la vida estalla, se renueva.

Motivado el vientre de la tierra
despiertan las semillas exhalando sus perfumes.

Al nacer la vida, grita su libertad.

La vida se mueve, armoniosa,
a veces insurrecta y cambia la maldad…

Las manitas del sol abrigan las semillas.

Las semillas sacan sus cabezas,
se estiran y abren sus verdes brazos.

                                                                                  Chiclayo, noviembre de 2012  
   


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 ENSAYO LITERARIO DE

 SEGUNDO SÁNCHEZ DELGADO



                           Por:  Víctor Díaz Monge
                                                       

PENSAMIENTO POÉTICO LAMBAYECANO

(Ensayo, año 1981, Chiclayo-Perú)

Esta novedad es un producto de crítica literaria, importante, pionera y única, publicada hasta hoy en nuestro ambiente lambayecano que nos entregó Segundo Leoncio Sánchez Delgado. Allí expone un análisis en los aspectos relacionados con ciertas ideas en el tiempo-espacio y en la sociedad (ideas, métodos, premisas, hipótesis). En el cual trata los temas, tales como:



1. EL ARTE LITERARIO 


Entre otros asuntos propone: “Sobre la concepción del arte existen dos tendencias bien definidas. Por un lado se sostiene que el hombre transforma al mundo y se transforma así mismo en el algo mejor, y, por otro lado, persiste la idea de que artista es artista cuando se retira a un refugio privado de belleza pura, lejos del mundo de horror y de dolor, de expectativa y desesperación. A continuación, reafirma. El realismo social-estético por un lado y el abstraccionismo estético por otro. No olvidemos que el realismo y abstraccionismo son dos modos distintos de concebir la forma y la sustantiva expresión artística”. Pues desde este conflicto de tendencias parte el análisis crítico sustentado por Pensamiento poético lambayecano.


2. LOS MOTIVOS ESTÉTICOS LAMBAYECANOS

Nuestra naturaleza y sociedad ancestral nos prodiga de una gama inconmensurable de entidades, elementos o motivos estéticos. Personajes legendarios, mitologías, flora y fauna del mar y de la costa y sierra (Incawashi y Kañaris), platos alimenticios, bebidas y jaranas, apellidos y nombres indígenas, mestizos y extranjeros, y los problemas agropecuarios y sociales que aquejan al pueblo lambayecano.


3. CONCEPCIONES EN LA POESÍA LAMBAYECANA

Considera:

3.1. Abstraccionismo esteticista o arte por el arte:

Hace un estudio de la obra de Arturo Schult y Saco, Juan José Lora, José Eufemio Lora y Lora, Manuel C. Bonilla, etc. Luego, nos dice: “Las características de la creación poética burguesa es considerar el arte por encima de los problemas sociales y humanos. Según esta concepción, el arte poético trasciende a la capacidad humana y que sólo algunas personas tienen el privilegio de poseer la cualidad de crear poesía.
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El crítico formalista y nada más que formalista argumenta que la poesía tiene que ser cosmovisionaria, universal y desprovista de ideologías políticas, porque de ser así, pierde su esencia estética. Este crítico cultiva y defiende la poesía deshumanizada, alejada del hombre con todos sus problemas.



3.2. Esteticismo social o realismo social:

En esta parcela literaria, clama voz en alto y se pregunta, un escritor: “O está dentro de la burguesía reaccionaria o está dentro de las masas populares; de esta manera sus ideas políticas, morales o religiosas se integran en su obra y corresponderán a las clases explotadoras o a las clases explotadas”. Entre los  más representativos: Walter Fernández Mundaca, Ricardo Rivas Martino, Andrés Díaz Núñez, Jorge Chávez Marrufo.

Finalmente, concluye, El ensayista: “Desde nuestra orilla creemos que la literatura tiene como función fundamental reflejar y orientar la vida. En este sentido encontramos diferencias sustanciales entre el bloque poético abstraccionista y el realismo social literario. En el primero surge la naturaleza como progenitora de una belleza inalcanzable por el hombre; mientras que en segundo bloque los poemas afloran como consecuencia y respuesta a una realidad social lacerante, la demagogia política, la miseria, la corrupción, la discriminación, en fin el drama humano en sus diversas manifestaciones. El lenguaje es menos sofisticado, más directo y sencillo, más cercano al hombre”.

“El arte por el arte renuncia a la reproducción de imágenes típicas y es evasivo. Sus personajes son mayormente los criminales que van a ser sancionados y recuperados por la justicia del mismo sistema capitalista burgués. El Abstraccionismo hace gala de tecnicismos y eruditismos, preocupándose cómo decir las cosas, pero desinteresándose por el qué decir de las cosas”.


LA CREACIÓN POÉTICA GRUPAL LAMBAYECANA

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En cuanto a la crítica acuciosa que despliega en los Ensayos mencionados, el investigador, es muy claro y explica: “Para aproximarnos a la realidad del hecho literario no podemos alejarnos del conocimiento de las modalidades de producción literaria, de los conocimientos socio-económicos, de las ideas vigentes en determinado memento histórico, del mercado de consumo en la literatura y por fin no dejaremos de lado los criterios del autor al crear su obra... La obra tenemos que valorarla por su contenido, su forma y por el rol histórico que desempeña en un momento dado”.

En este Ensayo: La creación poética grupal lambayecana, el autor dice: “Nos ocuparemos en forma panorámica, general y brevemente sobre los grupos literarios más vistos en el ámbito cultural lambayecano...” Y como en todas sus obras son plenas de originalidad, las estudia del siguiente modo:



1. GRUPO LITERARIO PIRCA 






Es el más antiguo y nace el 08-05.1972, asimismo con esa misma fecha edita la revista literaria ‘PIRCA’. Es el primero, de los que tienen vigencia, en surgir como grupo que cuestiona la realidad cultural burguesa lambayecana. Entre sus miembros contaba con poetas, narradores, ensayistas, críticos y profesionales que han alcanzado prestigio en el campo literario. Entre otros: Guely E. Contreras Idrogo, Fredesvindo Díaz Rocha, Donald Sánchez Bonifaz, José Luís Chimoy Effio, Mario Gastelo Mundaca, Ricardo Arancibia Duque, Andrés Díaz Núñez, Rully Falla Failoc, Segundo G. Asencio Boñón, Segundo L. Sánchez Delgado, Francisco vizconde meléndez, Luis Fernando Cañola Camacho.







2. CANTO GENERAL (Taller de Arte y Literatura).


Fundado el año 1979. Tenía como vocero a la Revista Canto General. Para el tratadista literario, Segundo Sánchez Delgado: “Todos sus miembros se identifican con las luchas sociales y abogan por un nuevo orden de vida. Agrupa a: Nicolás Guerrero Zapata, Orfelinda Coronel, Moisés Espinoza Gálvez, José Pereyra Abanto, Mario Camino Calderón, Juan Sánchez Pacheco.


3. ASOCIACIÓN DE ESCRITORES LAMBAYECANOS (ADEL)

“Sus miembros son jóvenes poetas que mayormente no cuestionan toda una realidad”. Así, como: Guillermo Ortiz Suárez, Carlos Ramírez Soto, Carlos Bancayán Llontop, Larcery Díaz Suárez, Jorge Effio Córdova, Segundo Arturo Rodríguez Serquén.


4. ALMA MATINAL

“Grupo literario que surge como uno de los más combativos”. Es fundado en 1979. Entre sus miembros tenemos a: Edilberto Angulo Florián, Néstor Alipio Tenorio Requejo, Carlos Alberto Horna Santa Cruz, Homero Hoyarce Escuadra, Ricardo Rivas Martino, Walter Cholón Gasco, Fernando Alvarado Palomino y César Llovera Flores.


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5. UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS LAMBAYECANOS (UNEAL).    
   
“Máximo organismo representativo de los escritores y artistas lambayecanos. La UNEAL agrupa a todos los creadores de literatura organizados en círculos individuales constituyéndose en un frente único”. El primer presidente fue Néstor Tenorio, luego Carlos Alberto Horna Santa Cruz, José Chimoy Effio y, como último, a su representante fundador -con quien desapareció lamentablemente dicha Institución.


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6. GRUPO SUAL: Surgimiento artístico literario:


“...en dos años de vida institucional han demostrado su posición como posición concreta a la poesía tradicional”. La integran: Celestino Sánchez, Wilfredo Rufasto, Máximo Sánchez, Sebastián Bonilla, José Ortiz, Víctor Sánchez, Leonardo Santa Cruz, Wilder González, Héctor Tirado.
Chiclayo, abril de 2010


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MAX DEXTRE


  Nació en Lima el 13 de abril de 1936 y murió el 28 de marzo de 1998. Pasó gran parte de su vida en Chiclayo y Lambayeque. Fue poeta, periodista cultural y conferencista. Su obra poética: La Nave de Orión.
     Vertimos en seguida un modelo de sus composiciones:

A MI MADRE LE DECIAN LOCA

     A mi Madre le decían loca, pero no era loca, era profesora.
     Hablaba diferente. Decía: "Los ojos sirven para escuchar".
     Yo tenía diez años de edad. Un niño no comprende el lenguaje vertical y pensaba que quizá mi madre era loca. Cierta vez me armé de valor y le pregunté: ¿Con qué miramos? Mi madre me respondió: "Con el corazón".
     Cuando mi madre se levantaba de buen humor cantaba: "Hoy me he puesto mi vestido de veinte años". Yo sabía que no tenía veinte años y la miraba, nada más. ¿Qué puede hacer un niño, sino escuchar?
     Si mi madre estaba triste decía estar vestida de niebla. "Hoy tengo ochenta años" -dijo-, cuando desaprobé un curso. Al fin pude terminar la educación primaria. El día de la clausura llegó tarde. Se disculpó diciendo: "Hijito, me demoré porque estuve buscando mi vestido de Primera Comunión, ¿No ves mi vestido de Primera Comunión?". Miré a mi madre y no estaba vestida de Primera Comunión.
     Después tuvo ese accidente fatal. Me llamó a su lado, cogió fuerte mis manos y dijo: "No tengas pena, la muerte no es para siempre". Pensé: mi madre no se da cuenta de lo que habla. Si uno muere es para siempre. Era niño y no entendía sus palabras. Ahora tengo cincuenta años y recién comprendo sus enseñanzas.
     Sí, Madre. Podemos tener veinte años y al día siguiente ochenta. Todo depende de nuestro estado de ánimo. Los ojos sirven para escuchar porque debemos mirar con atención a quien nos habla.
     Para conocer la realidad esencial de una persona, tenemos que mirarla con el corazón. La muerte no es para siempre, sólo muere lo que se olvida y a mi madre la recuerdo porque la quiero. Ahora -en sueños platicamos- nos reímos de su método de enseñanza.
     Aprendí a mirar con el corazón.
     Una noche me dijo: "He notado que te molestas si tus amigos te dicen loco y eso no está bien. Es natural que el hijo de una loca sea loco". Entonces -por primera vez- repliqué a mi madre y le dije: "Madre, te equivocas, no siempre el hijo de una loca tiene que ser loco; a veces es poeta".
     Por eso puedo decir con orgullo: "A mi madre le decían loca, pero no era loca, era profesora. Me enseñó a descubrir la vida después de la muerte".
                                                                                            Max Dextre


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LA POESÍA CLASISTA / JULIO CARMONA



LIBRO MAGNÍFICO

     LA POESÍA CLASISTA. Poesía y lucha de clases en el Perú contemporáneo (publicado, noviembre, 2011. Grupo Editorial Arteidea), es un libro magnífico -el cual todos debemos leer y difundirlo-, escrito por un lambayecano, JULIO CARMONA.

      En 1974 leí la obra de crítica literaria, ARTE, IDEOLOGÍA Y SOCIEDAD, del argentino Ariel Bignami. De allí acá –con honestidad lo digo-, no había leído otro libro latinoamericano de esta índole y de gran coherencia dialéctica. Pero hace unos meses que, por cortesía del  autor, obtuve LA POESÍA CLASISTA. Poesía y lucha de clases en el Perú contemporáneo. 

     La sabiduría que Julio Carmona expone en su obra, rebasa de la crítica literaria hacia los campos sociológico, filosófico, histórico, entre otros. Bajo su bolígrafo dialéctico desfilan muchos y diversos intelectuales del mundo en general y del Perú en particular. Los poetas clasistas peruanos se ordenan desde Juan del Valle y Caviedes hasta José María Gahona, no sin antes mencionar a la literatura antigua, prehispánica.

     “Es menester”, dice JC, “indicar que la idea planteada en este trabajo: la relación que existe entre poesía y clases sociales, en el Perú se ha dado desde sus orígenes. Y, en tal medida, hay que remontarse hasta la poesía quechua del período de la autonomía o de la sociedad prehispánica”.

     Pues el libro en comentario, no solo nos ilustra sino es indispensable para la formación de la conciencia, especialmente, proletaria. El poeta debe saber: por qué las cosas son así y qué quiere conseguir con su poema…

MARIO GASTELO MUNDACA
Chiclayo, junio, 2012

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AL PIE DE LA LUNA / PEDRO MANAY SÁENZ




Solo para lectores románticos”, advierte PEDRO MANAY SÁENZ, autor de AL PIE DE LA LUNA. No Soy lector romántico, pero rompiendo esta valla he leído todos los cuentos de la obra, atraído por las historias idílicas cuyo escenario lo embellece la Luna. También son dignas de aplauso las sutiles reflexiones que matizan  el contexto de cada relato.
Se antepone a  esta glosa peregrina la portada del libro referido.
    Chiclayo, marzo de 2012
                                           Mario Gastelo Mundaca
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COMO UN INCARIO DE AYER / P. Esteban Peña, OAR



Por: Mario Gastelo Mundaca


     Entre octubre y noviembre del 2010, en la ciudad de Chota, se realizó el III Encuentrode Escritores Chotanos, al que asistí como invitado. Lo mejor que he traído de Chota a Chiclayo son más de diez libros, entre ellos los poemarios COMO UN INCARIO DE AYER y ESPIRITUAL GOZO DE VIDA, cuyo autor es el sacerdote, poeta y pintor español Esteban Peña Sainz, tuvo veinte años de estadía intensa en el Perú.

     La edición especial de estos libros (Ediciones Wayrak Chota, 2009) ha estado a cargo de José López Coronado, quien considera a ESTEBAN PEÑA, por sus chotanísimos poemas, “un poeta chotano que nació en España” (1935-2003). “Su poesía es a la vez localista y moderna, de gran sensibilidad y profunda cercanía con el hombre y el paisaje de la Sierra peruana”. Rebate sutilmente a la tristeza andina.

  He aquí, a manera de ilustración, tres poemas del libro Un Incario de Ayer.  No sin antes decir que el tercer poema, "Licupís Arriba", trata expresa y claramente de mi terruño. ¡Gracias, poeta Esteban Peña, por ello!



CUADRO SIN ARCO IRIS

Turquesa, verde conga,
te ofendió el aguacero
con su erizada fuerza
de tempestad y rayos.

No protestó la piedra,
se calcinó el follaje
del fragante eucalipto.

Ahora, ¿quién cuidará del tordo
que sedaba en la rama
su nido frente al cierzo?
Turqueza, verde conga,
víctima del invierno,
renacerá tu encanto.

Turquesa, verde conga,
herida permaneces.


ARISCA

Amada libertad, ven a los pobres…
Los huairas
hemos hecho tu rostro,
un retrato de arcilla por si vienes.
Libres seríamos…
¡Ven, rompe cadenas!
Hemos
hecho un retrato
de arrugas. Nuestras manos
culpables. Nuestras manos
encogidas tras hondas
inflexiones. Nuestras huellas
arañan espigas,
nuestra carne reseca
como el pasto
infernal de la sequía,
enflaquecida espera.
Ven, urge el sollozo…
Ven hermosa ñusta,
en el sueño siquiera te alcanzamos.
Hemos
hecho tu rostro
de arcilla y extraño se nos quiebra.


LICUPÍS ARRIBA

Caballos y lagunas.
¿No conoces el paisaje
expectante de las jalcas?
Cumbres en soledad roqueña
hacia la tarde. Acero dulces
es perfume de yerbas.
¿Qué tensión se esmalta quieta?
Caballos y lagunas. Circundante
el silencio descubre Miracosta.
Trisca el paso rocoso
entre zarcillas. Licupís
más abajo se altera:
verdes, sí, de San Juan arcilloso,
y arbusto de San Antonio, pétreamente
musgoso. Chaqchay
de atormentada firmeza.
Lejos
Llama en la niebla
se arropa borrascosamente
en blancos. ¡Ay, la cordillera!
Lejos, deslumbra en la costa
inolvidable el Pacífico.

Capital de distrito de San Juan de Licupís
Marzo de 2011


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CUENTERO EMPEDERNIDO / ROSA ZOILA SILVA LATORRE
Por: Mario Gastelo Mundaca




Rosa Silva Latorre
    




 Acabo de leer Cuentero Empedernido (Edición 2010), de Rosa Zoila Silva Latorre (nacida en Chetilla, Chota). Y paso a pergeñar algo sobre la sensación que me deja el libro. Mas no lo hago en calidad de crítico literario, sino de un lector del pueblo.

     Los cuentos o relatos breves que comprende la obra son un reflejo artístico del alma colectiva y viviente en el campesino de Chota amplia. Escribir un relato como lo hace la autora de Cuentero Empedernido, implica ir más allá del acontecer diario y volver para contarlo, darle mayor significado a la vida, avalorar y hacer cosmopolita lo recóndito andino.

     Adornamos esta nota, transcribiendo de la referida obra el siguiente cuento:

LA TIENDA DE LOS FIADOS

     Desde que mi cholo Petronilo se hizo peón de costa, yo dejé de comprar la mantención para la casa, porque él lo ponía todo. Cada dos meses venía, y avisaba por Radio Chota para que lo esperemos en el pueblo con dos o tres acémilas de carga; lo llenaba a la casa con su arroz, azúcar, fideo, hasta jabón y fósforos traía.

     Cuando murió su mamá, me dijo: vendaste papacito el terreno y compremos una casa en Chota, para que no sufraste solito, trabajando en el campo; así lo hice, y cuando volvió otra vez, se fue dejándome ya en la ciudad. Como siempre, me dejó todo lo necesario para comer, y me aconsejó: búscaste una tienda que venda fiado para que le den sus frutas y sus golosinas, ah, y que no le falte su carne, yo pago cuando vengo.

     Tal como me mandó mi hijo me fui por ahí a mirar y entré a la tienda del Patrón Rivera, le conté mis intenciones y le dije, si él podía fiarme.

      Me contestó que no tenía todos los productos que yo necesitaba, pero me recomendó un lugar donde nunca faltaba nada.

     Anda y anda con mi bordón toda la mañana hasta que por fin llegué a donde me indicó: Que pué ¡me ha mandau al panteón!

            Octubre de 2011
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NUEVO LIBRO
DE WALTER GASTELO

Por: Mario Gastelo Mundaca


Es un esfuerzo grande escribir y publicar un libro. Pero cuando prevalece el amor al terruño, se hace lo imposible. Esto ocurre con Walter Gastelo Gastelo, autor del libro TALANTE DE MI TIERRA, loando en décimas y cuartetos”, estampando, en especial, la imagen del distrito San Juan de Licupís, provincia de Chota. San Juan de Licupís es quizá el distrito con menor desarrollo urbano y rural que los demás distritos de Chota. Sin embargo, aquí está Walter Gastelo, loando a su terruño en todo lo que estima loable: costumbres ancestrales a falta de modernidad, protagonistas de la historia licupisana, ciudadanos significativos, singularidad de cada sector poblacional, creaciones artísticas en música y poesía. A manera de ilustración del contenido poético del libro materia de este comentario, transcribo dos ejemplos:


LA PECHADA

En mi tierra la pechada,
se escuchó a medianoche,
en cuartetos sin reproche,
cual juventud inspirada,
convencer su enamorada,
sonoros versos cantaron,
en pareja entonaron,
con guitarra en madrugada,
por conquistar a su amada,
¡Llevándola terminaron!



CENTRO POBLADO SAN ANTONIO

En terrenos comunales,
bello paisaje que atenta,
forma de pueblo ostenta,
orígenes ancestrales,
se dan cambios ambientales,
te hace mostrar braveza,
pronunciada la pobreza,
el adobe y calamina,
en construcción predomina,
¡Alivio reza que reza!


Junio de 2011

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